Bosque Petrificado, una maravilla escondida en medio de la Patagonia

Con la llegada de la temporada de verano 2022, Santa Cruz en su larga extensión tiene para ofrecer paisajes que no se encuentran en ningún lugar del mundo además de los reconocidos como El Calafate y El Chaltén. Tal es el caso del Parque Nacional, siendo una alternativa interesante que ofrece experiencias únicas a la hora de vacacionar.

Hace 150 millones de años atrás, durante el periodo jurásico, gran parte de la Patagonia estaba cubierta por densos bosques con abundante flora y fauna, lo cual se caracterizaban arboles de hasta 100 metros de altura e incluso más aun emparentados con las actuales araucarias junto con dinosaurios de cuello largo.

Pero todo esto cambio gracias a las condiciones ambientales producidas por los vulcanismos, quedando la zona sepultada bajo capas de cenizas y otros sedimentos, pero con el paso del tiempo dando lugar al Parque Nacional Bosque Petrificado Jaramillo, transformándolo así en un atractivo turístico sin igual y uno de los yacimientos fósiles más importantes del país.

Creado 1954 como Monumento Natural, el Parque Nacional depende de la Administración de Parques Nacionales, lo cual posee 78.000 hectárea siendo, 63.000ha de parque y 15.000 declaradas Monumento Nacional. En 2012 se declaró Parque Nacional mediante la Ley N° 26.825/12.

El acceso al mismo se puede realizar por la Ruta Provincial 12 desde Pico Truncado o la Ruta Nacional 3 tanto del norte como del sur. Ambas se cruzan en algún momento con la Ruta Provincial N°49, de ripio.

Al llegar al lugar, cualquier persona queda petrificada ante las imponentes maravillas naturales que hay allí. Quien da la bienvenida es el clásico viento Patagónico; vistas panorámicas del paisaje, conos volcánicos y la diversidad de tonalidades en el suelo nos hace imaginar que fuese otro planeta.

Asimismo, se puede recorrer un sendero paleontológico peatonal guiado, apreciando grandes araucarias petrificadas y salidas de trecking hacia el Cerro Madre e Hija, de apenas 400 metros de altitud. En el sector más bajo, también suele verse la laguna Grande, dependiendo de las lluvias caídas en la zona.

A todo esto, es imposible dejar pasar de lado la fauna que caracterizan a la Patagonia salvaje, indomable que no ha sido subyugada por las manos del ser humano como guanacos; choiques, liebres, maras, pumas, águila mora, otros. En cuanto a la vegetación, es escasa, pero se destaca la presencia de variedades como: Molle, algarrobillo, mata guanaco, calafate, mata negra.

Paulatinamente cuando el sol se va escondiendo, el cielo se pinta de múltiples colores sobre la estepa que, al caer la noche, se aprecia en el horizonte un manto celestial de estrellas en conjunto con la luna, siendo cómplice del acto y prestando la ocasión ideal tanto para apreciar el momento como para aquellos que realizan fotografías nocturnas.

Estancia “Rancho Patagónico”, un lugar detenido en el tiempo

Luego de visitar el Parque Nacional, a 38 km siempre por la RP49 se encuentra la Estancia “Rancho Patagónico”, un auténtico rancho propiedad de Nelson Mazquiarán que mantiene su estilo original y fue reconstruido, equipado y ambientado en los años 40 en esa zona tan hostil para los primeros pobladores.

El edificio principal, de una planta, cuenta con cuatro habitaciones; tiene la capacidad para albergar unas 12 personas y cada una de ellas cuenta con baño privado, un cálido estar con biblioteca y un comedor grande junto a la cocina, lugar de encuentro de los huéspedes. La calefacción es a leña, al igual que su cocina, y los fogones están presentes en cada habitación de la casa, incluidos los dormitorios.

El galpón de esquila, que funcionaba como depósito convirtió en un quincho campero que se utilizará como estar y comedor para aquellas personas que visiten la estancia y hagan las actividades por el día.

“Esto es una estancia típica como lo fue en la década de los años 40 cuando se iniciaron a

poblar estos campos. Creemos que hay un público que quiera visitar estas maravillas porque no vas a encontrar nada nuevo, es como se vivía en esa época”, indicó Nelson Mazquirán, propietario de la estancia.

“Santa Cruz tiene el regalo de su magnífica naturaleza, de tener el troco más grande del mundo y este es un sitio de gran importancia, por eso, el Macizo de Deseado es rico en minerales. Tenemos un potencial enorme con la naturaleza”, expresó.

“Santa Cruz es una tierra donde hay que animarse a descubrir experiencias nuevas”

Por su parte, el secretario de Estado de Turismo, Pablo Godoy señaló: “Las expectativas de generar un asentamiento en torno a la ruralidad y al trabajo del campo son grandes en una estancia donde podemos encontrarnos con una casa de adobe de 100 años, vivir la experiencia de como habitaban estos primeros aventureros que llegaron a la provincia con ganas de afincarse y desarrollarse en este marco natural”.

“Uno siempre celebra este tipo de propuestas, como en este caso la restauración de la estancia y el trabajo que le da al Parque Nacional Bosque Petrificado de Jaramillo. Como decimos siempre, el trabajo que lleva adelante el Gobierno Provincial es que en estos espacios se sigan generando oportunidades como es nuestra historia; cultura y patrimonio natural a la hora de recibir a turistas de distintos lugares”, agregó.

Finalmente, el titular de la Cartera turística manifestó: “Santa Cruz es una tierra donde hay que animarse a descubrir experiencias nuevas. La misma se caracteriza por su diversidad de paisajes, atractivos y por sobre todas las cosas, la inmensidad que tiene en el marco natural”. “Tiene esa capacidad ya sea si una persona llega en bicicleta, en un tour tradicional puede involucrarse con la naturaleza y no es un destino para un solo viaje, sino que se debe planificar con tiempo, animarse a las travesías y sentir la diversidad del clima y nuestra gente porque nuestros recursos son de alta jerarquía”, concluyó.

“Esta zona es realmente maravillosa”

“A nosotros nos encanta la provincia, esta zona es muy atractiva y está muy cerca de ciudades turísticamente importantes como nuestro caso, de Comodoro Rivadavia”, comenzó diciendo Alejandro Zanotti, visitante oriundo de la ciudad chubutense.

“Hablo con la gente y no la conoce el Bosque Petrificado. Tratamos de difundirla porque este lugar no es solamente el Bosque, sino que se están sumando Sierras Blancas; la Ruta Provincial 41 que recorre las localidades de Los Antiguos, Puerto Deseado. Específicamente el norte de la provincia es la que no tiene una gran difusión, pero esta zona es realmente maravillosa”, declaró.

“La Ruta Provincial N°41 que une a Los Antiguos en sus primeros 70 kilometros es una de las rutas paisajísticas más lindas de la Argentina. El Parque Nacional que tenemos aquí es uno de los sitios se suma importancia hallados en el mundo”, continuo.

Por último, Zanotti expuso que “da mucha pena que la gente salga del país a vacacionar cuando tiene la posibilidad de conocer esta bella provincia como lo es Santa Cruz. Es por eso que es importante que las personas conozcan los nuevos servicios turísticos que tienen para ofrecer”.